El poder de los pensamientos sobre los resultados
Al final de todo son nuestros pensamientos los que guían nuestras acciones, moldean nuestra percepción del mundo y, en última instancia, nuestra realidad. Todo parece estar en orden mientras estos pensamientos construyen un camino hacia los resultados que queremos estar teniendo. Pero ¿qué sucede cuando nuestras mentes se transforman en cárceles? He visto cómo esto ocurre en clientes que, atrapados en ideas negativas, se pierden en un laberinto que ellos mismos han creado. Son conscientes de que sus resultados no son deseables, pero continúan pensando y actuando igual.
Al trabajar con esos clientes, una constante llama mi atención: declaraciones como "soy malo", "no merezco nada mejor", "no puedo cambiar", o "la vida apesta". Estas frases no son solo palabras, son ladrillos que construyen muros alrededor de sus posibilidades. He conocido a personas ancladas al dolor de su pasado, atrapadas en recuerdos que parecen tatuados en su corazón. Su lenguaje las delata: "Siempre ha sido así", "nunca podré lograrlo". Al hablar de este modo, sus palabras son un eco constante del ayer, negándoles el acceso al presente y cerrándoles la puerta al futuro.
Desde un enfoque psicológico y práctico, es claro que nuestras creencias se refuerzan con la repetición. Cada "no puedo" o "no merezco" se convierte en una profecía autocumplida. Como bien decía Aristóteles en su obra sobre retórica, el lenguaje tiene un poder que puede persuadir o condenar. Este poder debe ser manejado con cuidado, pues lo que pensamos y decimos crea una narrativa que no solo consumimos, sino que vivimos.
El proceso de transformación generado por el coaching comienza por reconocer esta dinámica. Las personas deben entender que sus pensamientos no son verdades absolutas, sino interpretaciones de lo que ellos creen. Aquí reside la magia del coaching: desanclar esas creencias limitantes para lanzar una nueva ancla hacia el futuro. Puedes verlo, la misma herramienta que antes los detenía (creencias) es la misma que ahora puesta en el futuro los ayuda a impulsarse.
Una estrategia poderosa que empleo es invitar a las personas a cuestionar sus pensamientos: ¿De dónde viene esta creencia? ¿Qué evidencia real la sostiene? Este cuestionamiento no busca negar el dolor, sino canalizarlo para convertirlo en aprendizaje. Al replantear sus creencias, las personas descubren un nuevo marco desde el cual pueden construir un futuro con propósito.
Entonces, los problemas que antes les pesaban al observarlos de forma diferente, se convierten en lecciones que les permiten diseñar un escenario futuro donde los resultados son positivos, ese escenario se convierte en una visión que desean alcanzar, por lo cual la mirada deja de estar en el pasado o en el presente para ponerla realmente donde desean estar. Como en un taller de escritura creativa, donde las experiencias se reescriben para dar lugar a nuevas narrativas, invito a mis clientes a ser los autores de sus vidas. Este ejercicio no es terapia, sino una conversación transformadora en donde el cliente se puede reinventar a sí mismo.
Querido amigo o amiga, esta reflexión es para ti. Si alguna vez has sentido que tus pensamientos son un enemigo silencioso, no estás solo. En realidad yo personalmente salí de ese oscuro túnel que me había consumido totalmente en mi niñez y adolescencia. Hoy es un buen día para buscar ayuda, hay herramientas y personas que estamos dispuestos a acompañarte en el descubrimiento de un nuevo futuro y podemos facilitar los recursos para alcanzarlo. El primer paso es reconocer que puedes cambiar tu narrativa. El segundo, decidir qué historia quieres contar.
Adrian Rojas
Master Coach y Consultor Empresarial.