Un plan práctico para desarrollar la autovaloración.

Un plan práctico para desarrollar la autovaloración

Con un enfoque en el liderazgo

 

Partamos del hecho de que, de acuerdo con John Maxwell, el liderazgo es influencia. Las estadísticas dicen que aun la persona más tímida del mundo es capaz de influenciar al menos a ocho personas por día.  Todos tenemos un nivel de liderazgo porque es parte de la naturaleza humana liderarnos o influenciarnos unos a otros. Es importante que de acuerdo a tu nivel de liderazgo, sea este informal o formal aprendas a tener auto reconocimiento y autovaloración, especialmente si estás dirigiendo e influenciado personas, ya que esto podría ser un modelo de liderazgo a imitar.  Si comenzaste a leer este artículo es probable que estés a cargo de un grupo, podrías ser familiar, comunitario o en una empresa.  Analizas el trabajo que estás haciendo y notas que los resultados son buenos, pero siempre hay ruido de fondo, me refiero a comentarios, críticas, comparaciones. Un día, te das cuenta de una opinión negativa sobre la forma en que estás haciendo las cosas. Te cuestionas si estás haciendo lo correcto, si eres lo suficientemente bueno. ¿Te ha pasado? Bienvenido a este mundo del liderazgo, donde la autovaloración, se convierte en una clave para un liderazgo sostenible y saludable.

¿Qué es la autovaloración y por qué es crucial para un líder?

La autovaloración es el hábito interno de reconocer nuestro propio valor, esto independientemente de la opinión externa. Un líder que se valora a sí mismo no se deja llevar por la validación externa, ni se paraliza ante la crítica. En lugar de eso, mide su desempeño con base en sus principios y esfuerzo.

Por supuesto que la valoración externa es importante, las críticas de quien vengan son aspectos dignos de analizar, pero siempre desde una perspectiva de  autovaloración justa y objetiva. No se trata de convertirse en una víctima, se trata de enfocarse en el auto mejoramiento permitiendo que la crítica sea una oportunidad y no una amenaza.

El liderazgo en  esta época en la que vivimos,  es un campo minado de expectativas y presiones sociales, pareciera que todo el mundo te está midiendo. Esa aparente evaluación de resultados viene de tu familia, amigos, y personas con las que trabajas y te relacionas. Esto ha llevado a algunos líderes a tomar una actitud enferma, casi paranoica de creer que no puede confiar en nadie. 

Ver enemigos en todo lado. Considéralo, victimizarte, dolerte o enojarte por lo que otros dicen no es el camino saludable. Quisiera brindarte unos principios de liderazgo saludable para la autovaloración, estos nos ofrecen una guía práctica y efectiva para fortalecer ese hábito vital, por supuesto sin caer en la arrogancia.

Aplicando los principios estoicos en la vida diaria

Como coach ejecutivo, en los últimos dos años, he trabajado con líderes jóvenes que recién empiezan, inclusive podemos ver en acción el nuevo liderazgo de la GenZ, quienes ven el mundo muy diferente a otras generaciones anteriores.  Normalmente se enfrentan al dilema constante de la autoaceptación y la validación externa, generando dudas e inseguridades, en especial, cuando la crítica viene de alguien mayor en edad. Menciono precisamente a una joven líder de la Generación Z que estaba iniciando en la dirección de un equipo multigeneracional. Es una joven brillante, innovadora y con una visión fresca del mundo de empresarial. Sin embargo, estaba obsesionada con lo que escuchaba de sus pares o superiores mayores, los comentarios de las redes sociales y las opiniones de su equipo. Cada decisión que tomaba pasaba primero por el filtro de "¿Qué dirán los demás?".

El cambio llegó cuando en una sesión de coaching hicimos un ejercicio muy simple, este consistió en desconectarse de las redes y las opiniones dentro de sus ámbitos por una semana y enfocarse en una pregunta diaria: "¿Hice lo mejor que podía hoy según mis valores y metas?". Al principio, la ansiedad fue evidente, pero a medida que los días pasaban, comenzó a notar algo sorprendente; sus decisiones eran más firmes, su confianza creció y empezó a experimentar una libertad que no conocía. Comprendió que su éxito no dependía de la validación externa, sino de su propio esfuerzo y alineación con sus principios.

La autovaloración no significa ignorar las críticas o evitar el crecimiento, sino aprender a filtrar lo que realmente importa. Un buen líder sabe que hay dos tipos de cosas en la vida: las que puede controlar y las que no. Aprender a diferenciarlas es una de las habilidades más poderosas que puede desarrollar.

Pasos prácticos para la autovaloración en el liderazgo

Distinguir lo que controlas y lo que no. Comienza haciendo una lista de todas tus preocupaciones y divídelas en dos columnas: lo que puedes controlar (tus acciones, pensamientos, esfuerzo) y lo que no (opiniones ajenas, pasado, futuro).

Definir tu propio estándar de valor. Escribe cuáles son tus cinco valores y establece principios por prioridad en la forma en que quieres seguir. Así que si tus valores son por ejemplo:  sabiduría, justicia, independencia, privacidad y fidelidad. Entonces necesitas escribir estos en orden de prioridad, sabiendo que en algún momento enfrentarás un dilema moral, en donde se encontrarán algunos de estos valores enfrentados entre sí y necesitarás tomar una decisión. Al ponerlos en orden de importancia, encontrarás que los primeros dos valores, serán totalmente no negociables, no importa que. 

Juzgarte solo según tu esfuerzo y valores. Evalúa tu día preguntándote: ¿Actué según mis principios? en vez de: ¿Qué pensaron los demás de mí?Establece un estándar de medición constante y no de auto evaluación.  Evaluar no es lo mismo que medir.  Apuesto a que nunca has visto a una madre decirle a su hijo pequeño: "ven, quiero evaluar tu crecimiento".  Posiblemente prepare todo un ritual de positivismo, antes de llevarlo a esa jirafita que tiene marcado un sistema de medición.  Una vez medido el niño, recibirá los elogios por haber hecho bien las cosas a nivel de ejercicio y alimentación. Ahora, si de pronto la madre nota que no hay crecimiento, entonces llevará al niño donde un especialista para que lo valore y evalúe, a fin de buscar una solución. Igual pasa contigo, cada día te mides positivamente en tu crecimiento y te alientas constantemente.  Por su puesto si notas que dejas de crecer en alguna forma, es posible que decidas buscar un coach que te ayude para volver al nivel lde desarrollo normal.

Practicar la indiferencia ante la aprobación externa. Cuando busques validación, recuérdalo: "Mi valor viene de mis acciones, no de opiniones ajenas." Lo que otros dicen es importante para tomar en cuenta, especialmente si la crítica la percibes como constructiva, viniendo de alguien que muestra un interés genuino en tu desarrollo, pero al final todo se observa desde tu propia autovaloración, de esta manera lo que encuentres de razón en las críticas te ayudará para establecer nuevos objetivos, ignorando lo que no es saludable y que más bien, podría ser tóxico para tu vida.

Tener un diálogo interno positivo y realista. Cambia pensamientos como "No soy suficiente" por "Hice lo mejor según mis principios.". No vas a ir más allá de donde tus valores te lo permiten, podrías negociar algunas cosas, pero hay otras que jamás podrías negociar a ningún precio.  Esto te genera un alto valor ante tus ojos y los ojos de tu creador independientemente de cual es tu fe.

Entrenar la gratitud y aceptación. Antes de dormir, reflexiona: "Hoy tuve la oportunidad de vivir y mejorar." Piensa en esto. Durante el día somos una cadena de estados de ánimo.  Cada situación, cada interacción afecta nuestro estado de ánimo para bien o para mal, esto porque somos seres emocionales. Así que no está mal si en un momento del día te sientes confundido, asustado, triste, eufórico, alegre, satisfecho o enojado, eso es normal. Lo que no está bien, es irte a la cama con esa cadena de sentimientos y emociones, ya que el periodo del sueño, el cerebro lo usa para reafirmar y establecer la memoria de mediano plazo, así que si no procesas tu día antes de acostarte, el día siguiente te levantarás con la carga emocional del día anterior, el siguiente también, así sucesivamente hasta que puede sobrevenirte un burnout o algo similar. Por este motivo, cada noche es importante reciclar tus emociones, que te deshagas de todo aquello que fue tóxico o negativo, que abraces tu crecimiento desde tu amor propio y la aceptación que siempre estará del amor de Dios sobre tu vida, así de esta manera el cerebro entenderá que todo lo que debe registrar de este día es algo muy positivo, de lo contrario tu sueño no serán reparadores e inclusive puedes caer en el insomnio y al agotamiento crónico.

Convertirlo en una práctica diaria. No caigas en la trampa de poner metas que después no encuentras tiempo para alcanzar y las dejas olvidadas, mejor establece un gran hábito a través de pequeños pasos. Pregúntate: ¿Qué hice bien hoy? ¿Dónde puedo mejorar según mis principios?

He llegado a la conclusión de que en esta época es imposible planificar aspectos personales, especialmente cuando se trata de desarrollo más allá de 12 semanas.

Así que creo que 12 semanas es el tiempo ideal para desarrollar un hábito, por esto quiero cerrar este artículo ofreciéndote un plan de 12 semanas para desarrollar laautovaloración.

Plan de 12 Semanas para Lograrlo

Semana 1-2: Conciencia y Reflexión

  • Escribe lo que controlas y lo que no.
  • Define tus valores y principios personales.

Semana 3-4: Cambio de Mentalidad

  • Practica medirte según esfuerzo, sin juzgarte, no te enfoques en los resultados que otros esperan, sino en los resultados que deseas estar teniendo.
  • Sustituye pensamientos negativos por realistas.

Semana 5-6: Ejercicio de Indiferencia

  • Cuando escuches aprobación o desaprobación externa, respira y repite: "No depende de mí."
  • Reduce redes sociales o situaciones que te hagan compararte.

Semana 7-8: Gratitud y Aceptación

  • Cada noche, escribe algo positivo sobre tu día, recicla todas tus emociones y sentimientos.
  • Si algo sale mal, di: "Es parte del aprendizaje.", escribe lo que podrías hacer mañana para mejorar e ir al siguiente nivel.

Semana 9-10: Practicar tus principios y valores

Identifica un reto y actúa basado en los valores que has escrito según su importancia.

Reflexiona cada día sobre si viviste según tus valores y si te mantienes en los que no son negociables sin importar las consecuencias.

Semana 11-12: Conviértelo en tu estilo de vida

  • Combina todas las prácticas en tu rutina diaria bajo los principios de autovaloración.
  • Celebra tus avances sin depender de validación externa.

Reflexión Final

Liderar con autovaloración todo un desafío en especial para personas jóvenes. Un líder que se valora a sí mismo no solo es más resiliente, sino que inspira a su equipo a hacer lo mismo, además podrá experimentar una vida saludable y plena. Como líder, el mayor regalo que puedes darte a ti mismo y a los demás es ser fiel a tus principios, actuar con integridad y dejar de buscar la aprobación externa.

Si necesitas clarificar tu vida en este aspecto, no dudes en contactarme, normalmente en cinco sesiones de coaching, lograrás reenfocarte en el camino de la autovaloración.

Adrian Rojas

Master Coach y Consultor Empresarial.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba
This site is protected by WP-CopyRightPro